A finales del siglo XIX la población de Comillas se convierte en un enclave de veraneo de la aristocracia y experimenta un proceso de modernización de gran envergadura gracias al mecenazgo de la familia López
Durante décadas, arquitectos, pintores, artesanos y escultores catalanes trabajaron para el marquesado de Comillas. Y Lluís Domènech i Montaner es, sin duda alguna, uno de los proyectistas de más prestigio que construirá en esta población cántabra.
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